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21 de diciembre de 2010

La hora del té.

Podríamos también llamarla la hora de las minucias.
Hora en que niñas pijas y ''glamurosas'' se reúnen para hablar de moda, hacer como la que tiene algo importante que compartir con las demás y realmente lo que viene a decir es, que este año, el celeste ha pasado de moda.
Cojer la taza alzando el dedo meñique y tomar pastitas, oyendo el paso de las manecillas del reloj..Al fin y al cabo, minucias;Pero eso, a las chicas, nos vuelve: LOCAS!
TeaTime.

Discursos..

Palabras enviadas al vacío..¿Las escuchaste? Todos aquellos mensajes al móvil sin responder..¿Donde han quedado? Has olvidado tal vez los poemas que te recitaba antes de dormir..Tantos discursos lanzados a los cuatro vientos que un día me parecieron importantes..¿De qué han servido? Simplemente creo que para ti todo esto era un juego, que en ningún momento pudiese llegar a nada, pero te anticipo, has destrozado uno de mis sueños, pero no me has destruido a mí puesto que aún me quedan muchos otros por cumplir..

Susurros.

Nadie, nadie podría haberlo imaginado.
Ni siquiera la propia protagonista.
El momento perfecto, el lugar perfecto, la iluminación perfecta..
Los chicos perfectos.
¿Quién hubiese imaginado que se trataba de una despedida?
Las dulces palabras que salían de la boca del chico, la tranquilizaban.
Pero no era suficiente. Había un vacío, algo extraño en la mirada del joven.
La situación le borró la sonrisa de la cara a la chica por un momento.
De la boca del chaval habían salido las siguientes palabras: No es un adios, solo un hasta luego.
Él tenía que ir a estudiar a América y no volvería en algunos años.
Las lágrimas comenzaron a rodar por la mejillas de la joven..
CONTINUARÁ..